El Festival Cervantino en el centro de la escena para el diario La Nación



 V Festival Cervantino en la Argentina / Once días de celebraciones

 

 

El Quijote, un pretexto cultural que moviliza cada año a Azul

La ciudad bonaerense atesora una valiosa colección de la obra de Miguel de Cervantes

Por Silvina Premat  | LA NACION

Inaugurado con la presentación de un mural pintado por Miguel Repiso (Rep) el 3 de este mes, el Festival Cervantino incluyó un programa de 130 actividades académicas, artísticas y deportivas que convocaron a vecinos y turistas, aun cuando la mayoría de ellas se hizo en días y horarios laborales.

Una de esas propuestas fueron los talleres dictados por representantes de la asociación civil Barriletes a Toda Costa (Batoco), durante los que niños y adultos construyeron los barriletes que ayer adornaron el cielo sobre el Parque Municipal.

"Hace cinco años, no sabíamos organizar un festival. Ahora podemos decir que tiene una identidad propia y que nos diferencia con respecto a otras ciudades", dijo ayer a LA NACION el secretario de Cultura de Azul, Luis Lafosse. El funcionario informó que en breve estará disponible el sitio www.soyquijote.org.ar en el que podrán interactuar "todos los que tengan iniciativas sociales o culturales que estén dispuestos a que otros las repliquen y que encarnen de alguna forma los valores que trasmite Cervantes en El Quijote ".

El festival es organizado anualmente por un comité integrado por organizaciones públicas y privadas de Azul desde que la Unesco distinguió a esa localidad, en 2007, como Ciudad Cervantina. Sólo llevan ese título la ciudad natal de Cervantes, Alcalá de Henares, en España, y Guanajuato, en México.

El tesoro por el que Azul mereció tan alta distinción se conserva en una vivienda del 1800, a media cuadra de la plaza principal de Azul. Está en las salas de la que fue la vivienda de Enrique Ronco, un abogado porteño que se afincó allí.

"Esta es la cuna del festival cervantino de la Argentina", explicó Enrique Rodríguez, presidente de la Biblioteca Popular de Azul -fundada en 1892, de la que depende la Casa Ronco-, al guiar a la cronista de LA NACION por el estudio. Allí las cuatro paredes están cubiertas de bibliotecas, construidas por Ronco -que también era carpintero-, en las que descansan los cerca de 1200 ejemplares de las 300 ediciones en más de 20 idiomas coleccionadas por el dueño de casa.

IDIOMAS Y TAMAÑOS

La vivienda tiene 14 salas y dos patios, aunque hasta el momento están abiertas al público siete. En tres se hacen exposiciones temporarias, en tanto las otras se conservan tal como las dejó la familia Ronco al donarla a la Biblioteca Popular. También funciona allí una hemeroteca con diarios de Azul desde 1872.

La edición más antigua de las aventuras del Hidalgo de La Mancha que se puede encontrar en esas salas es una traducción al inglés, de 1672, obsequiada a los Ronco por el escritor británico Julian Barnes durante una visita que hizo a Azul en enero de 2009.

Otras curiosidades de la valiosa colección son dos tomos de Don Quijote en un formato pequeñísimo, de apenas 4,5 por 3,5 cm, publicados en 1947, en Madrid, y una edición de 1905 de la Real Academia Española de ocho tomos, cuatro de los cuales contienen la obra literaria y otros cuatro tienen 1200 ilustraciones de sus mejores escenas.

También hay una edición de El Quijote ilustrado por Walt Disney, donde el delgado y alto caballero está representado por Mickey; Sancho Panza es Donald, y Dulcinea es Minnie.

Para el festival, y hasta fin de noviembre, se exhibe en una de sus salas la muestra Don Quijote y Martí n Fierro cabalgan por el mundo, con ediciones del siglo XX de ambos libros traducidos a los más diversos idiomas, como el japonés, árabe, griego, hebreo y húngaro, y pertenecientes a la colección Ronco.

Enrique Rodríguez, presidente de la Biblioteca Popular Bartolo J. Ronco, de la que depende la Casa Ronco y el museo etnográfico (donado también por Ronco a la biblioteca), dos entidades de bien público que trabajan en conjunto y con apoyo de la municipalidad. Ronco fue presidente de esa biblioteca entre 1930 y 1952.
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Fuente: www.lanacion.com