Capilla Buen Pastor
Esta Iglesia es conocida por los azuleños como Iglesia Buen Pastor, pero su verdadero nombre es Corazón de María, como lo atestigua la blanca escultura entronizada en su fachada.
La historia
Las hermanas de la Congregación de la Caridad del Buen Pastor fueron traídas a las ciudad por la Doña Mercedes Castellanos de Anchorena, quien donó los terrenos, en el año 1920. En ese mismo año se comenzó la construcción del monasterio y de la primera Iglesia, pero debido al deceso de la donante, la obra se interrumpió durante 12 años. Su heredera Josefina Anchorena reinició la obra en el año 1930 y en el año 1932 las religiosas se instalaron en la ciudad. Pero al transcurrir los años en su silenciosa labor, solo había una queja ¡no tenían Iglesia!. Entonces contando con una confianza ciega en la providencia divina, el 13 de marzo de 1944, se procedió a comenzar su construcción, bajo el amparo de Santa Teresa de Jesús; a quien se le encomendó su especial protección. Ese día Monseñor César Cáneva bendijo el terreno y se colocó la piedra fundamental.
Para la construcción del edificio hicieron sus aportes financieros, la Señora Josefina Anchorena de Rodríguez Larreta, todas los Monasterios del Buen Pastor del País (un total de veintiún monasterios), aun los de Montevideo (Uruguay) y Monseñor Santiago Rava. Existían algunos muros de muy rara estructura construidos para la primera Iglesia edificados en el año 1920, por lo cual se solicito un nuevo proyecto al Señor José Ríos, quién presentó uno en estilo Romano-Lombardo. La construcción del edificio se le encomendó a la Empresa Pini y compañía de Buenos Aires. Así, bajo las direcciones de los Italianos Humberto Frangi y su hijo Gilberto, se fue levantando la Iglesia. Este templo consta de cuatro naves y cuatro coros que rodean al Prebisterio formando una cruz latina, con un marco de triple arco con nueve rejas artesanales de herrería cada uno de ellos (retiradas posteriormente), que ya al entrar impacta con una alusión hacia la inmensidad y el recogimiento. La Casa Majó de Buenos Aires, proyectó el comulgatorio y los cuatro Altares de mármol: Mármol de Córdoba, San Luis, Onix, Carrada y Rosado, además, de los bajos relieves, en bronce fundido. Su construcción estuvo a cargo de Humberto y Gilberto Frangi, lo mismo que su reacondicionamiento para el Concilio Vaticano II, en 1975. Pero esta vez solo estaban los dos hermanos Gilberto y Juan Carlos Frangi. Ocupa el centro del Altar un Sagrario de bronce labrado, donde el día 9 de noviembre del año 1946, el Obispo Monseñor César Cáneva lo consagró al Sacratísimo Corazón de María, con las Sagradas Reliquias de Santa Teresa del Niño Jesús, Santa Gracia y Santa Flavia Domitila. El Altar del Sacratísimo Corazón de Jesús se consagró con las Sagradas Reliquias del Papa San Sotero, San Valeriano y San Demetrio. En las Capillas menores se encuentran los Altares menores dedicados a San Juan Eudes y Santa Eufrasia Pelletrier, con las reliquias expuestas en relicarios. La Casa Gorga de Azul, fabricó las baldosas blancas, negras y rosas; que fueron colocadas por José Latrónica, y aun hoy sus brillos, dicen de la dedicación con que se realizó el encargo. El revestimiento de los zócalos de mármol oscuro fue obra de la empresa Socini de Azul. Los vitrales, realización de Antonio Estruch de Buenos Aires (un total de trece vidrieras), historian la vida de la Santísima Virgen: la natividad, la presentación al Templo, la meditación de María, el desposorio, la anunciación, la sagrada familia, la Asunción y la coronación. En el coro principal se encuentra el vitral del Buen Pastor donde el artista desplegó toda virtud en este arte. En las capillas menores se encuentran cuatro vitrales: la Sagrada Eucaristía, Los Sagrados Corazones de Jesús y María, etc. Son un poema de luz y color que dicen de su dignidad de artista Sacro. Sobre el artesanado Prebisterio lucen cuatro magníficos matices al óleo, con motivo de ovejas, asiendo presentes las palabras de Jesús en su evangelio: "Yo soy el Buen Pastor", "Las guío por el recto camino", "Las conduzco las aguas tranquilas", "Las llevo a las verdes praderas" Este trabajo, además, del mural de Santa Eufrasia, el grabado de las paredes, los frisos, las Virtudes, las columnas falsificación onix y el dorado a la hoja son de Elías Ahmetov y sus colaboradores Juan Nemumuel, Adolfo Berestain y el Señor Salas. En tan solo 45 días de labor completo. Otro mural se encuentra en el patio de la Iglesia representando la gruta de Lourdes (pintado por una religiosa en el año 1932)
Los cinco confesionarios están construidos en madera de cedro paraguayo, obra de artesanos del Colegio San Carlos de Buenos Aires. Las sillerías y revestimientos en madera de la sacristía, la división al oratorio y la colocación del piso de parquet; estuvo a cargo del carpintero Manuel Fernández. Los bancos fueron construidos y adquiridos en la ciudad de Rosario.
Las esculturas son también de la Casa Majó; entre las cuales podemos citar las de escala natural a San José Obrero, Santa Teresa de Jesús Virgen (tallada en madera en Barcelona), San Enrique II Emperador, San Miguel Arcángel, Santa Eufrasia Virgen, San Juan Eudes Confesor, los Sagrados Corazones, San Luis de Gonzaga, la Dolorosa, la Virgen de Luján y la Inmaculada Concepción. El crucifijo mayor se lo incorporó dos años mas tarde a su inauguración, gracias a una colecta que se realizó en el barrio del Parque, efectuada por Monseñor Rava.
Los cuatro vía cruxis fueron adquiridos en el año 1921, en Francia, por doña Mercedes veinticinco años antes de la construcción del Templo.
El campanario cuenta con dos sonoras campanas llamadas Mercedes y Josefina, bendecidas el 15 de octubre de 1946 por Monseñor Santiago Rava. Realizadas en la ciudad de Rosario.
En el patio del Templo se halla emplazada una escultura del Sagrado Corazón de María. Asimismo, se hallan colocadas las maravillosas baldosas rojas, amarillas, negras y blancas, adquiridas en Francia por las Señora Mercedes. Del mismo modo, se conserva solo una de las nueves rejas que poseía el Templo en su interior.
Conjuntamente, la Iglesia cuenta con un fragmento del madero de la Santa Cruz conservando en un relicario tallado en madera traída desde Roma por Monseñor Cáneva. Otros de los tesoros que se conservan en este Templo son dos antiguos armonios restaurados recientemente.
En la Capilla dedicada a San Juan Eudes se halla sepultado Monseñor Santiago Rava Vicario de Monseñor César Cáneva, uno de los asiduos colaborador para la edificación del Templo.
En el año 2001 se la declara Patrimonio Arquitectónico y cultural.
En año 2002 las hermanas se retiran de la ciudad de azul, la Iglesia se aísla del monasterio y queda en comodato al Obispado de Azul.
Fuente:
- Descripción: Marcos Peralta
- Fotos: El Ciri en http://www.panoramio.com/user/166904