Centro Universitario Azuleño CUA (La Plata)
En marzo de 2009, un grupo de aproximadamente 25 estudiantes azuleños residentes en la ciudad de La Plata decidieron juntarse para reorganizar el Centro Universitario Azuleño -CUA- que estaba acéfalo desde hace 5 años.
Luego de varias reuniones y de organizar el complejo trabajo que significa volver a armar el Centro, en mayo último se eligió una nueva comisión directiva. Como presidenta fue designada María Eugenia Lazarte, a quien acompañan entre otros Rodrigo Sarraude como vicepresidente, prosecretario Diego Recalde, tesorera Paula Canevello y vocal Gabriela Acosta.
El estado de la casa y la deuda que mantiene no les representa un impedimento para el objetivo que se trazaron: "queremos que el CUA vuelva a existir", dijeron. Además, indicaron los proyectos a corto y largo plazo.
El estado de la casa y la deuda
En principio comentaron que "somos un grupo de autoconvocados que estábamos preocupados por la situación del CUA como institución porque había desaparecido".
"Empezamos a averiguar -continuaron- y nos enteramos que hacía 5 años que estaba acéfalo. Empezamos a juntarnos y armamos una comisión para empezar a trabajar".
Sobre la acefalía del Centro, explicaron que al menos en los papeles la última comisión que figura es de hace 5 años, aunque la sede del CUA siguió teniendo alguna que otra actividad.
Actualmente, una parte de la casa ubicada en calle 47 Nº 840, entre 11 y 12, está siendo usada por la Federación Universitaria Bonaerense -entidad que nuclea a todos los centros de estudiantes-, "que a cambio de estar funcionando ahí, pagan la luz, el gas y pintaron algunas salas. Es la única forma de mantenerla".
Según dijeron, su estado edilicio no es óptimo para ser habitada. Es una casa es antigua, en la que con el tiempo se fueron rompiendo las paredes y se hizo un salón donde se realizaban fiestas.
Hoy "no hay gente viviendo allí porque no está en condiciones: los techos se llueven, no hay divisiones, los baños son un desastre. Además, tampoco hay becas habitacionales", apuntaron.
A esto se suma el hecho de que la casa tiene una deuda de aproximadamente 45.000 pesos y dos embargos (uno municipal y otro provincial).
El CUA es una asociación civil y la intención de los chicos que están reorganizándolo es que la situación de la entidad "no fluctúe con los cambios de gobierno. Queremos que funcione autónomamente".
Trabajos a futuro
En otro tramo de la nota con este diario, marcaron que "más allá del arreglo de la casa, lo que queremos es que el CUA funcione como institución".
Consultados si tomaron contacto con alguien de la municipalidad, dijeron que "por el momento no" ya que "lo primero que nos propusimos fue armar un grupo de trabajo, lo segundo averiguar bien la situación en la que se encuentra la casa y lo tercero darnos a conocer una vez que estuviéramos bien organizados. Ahora, la cuarta etapa que se viene es la gestión".
En este sentido, la idea que tienen es encarar una campaña de socios en Azul "que la vamos a planificar teniendo en cuenta a las personas que fueron socios en algún momento, los que vivieron en la casa y los nuevos que quieran apoyar este trabajo".
Los chicos no cuentan con documentación sobre la historia del CUA, ya que los libros se extraviaron. Por esto quieren comenzar también una recolección de datos que les ayude a reconstruirla y apelan a los azuleños que hayan pasado por allí a que aporten la información de la que dispongan. Para esto dejaron un mail donde pueden comunicarse: cualp@hotmail.es
Asimismo, tienen pensado hacer algunas actividades culturales y fiestas para recaudar fondos, como la que realizarán el 25 de octubre próximo en La Plata.
También en diciembre tienen pensado hacer una fiesta en Azul para la gente que vivió en el CUA, que funcionaría a manera de "revival".
Para el año que viene, tienen el proyecto de hacer durante cinco meses un ciclo musical de diferentes géneros.
Como objetivos a largo plazo, lo que quieren es arreglar la casa para que funcione como sede y por otra parte tener una casa de mujeres y otra de varones para que vivan allí los estudiantes, como anteriormente sucedió.
Todo centro universitario, más allá de albergar a los estudiantes hace un trabajo social. En este aspecto, señalaron que "vamos a hacer un trabajo solidario para devolverle algo a la comunidad". Por eso encararon una colecta de ropa y recibieron zapatillas a través del Ministerio de Desarrollo Social de la provincia, "para entregarlas a una institución que aún no está definida".
Por último, y a modo de síntesis de sus expectativas, marcaron que "queremos que el CUA vuelva a existir. Es una tarea difícil pero no imposible".
El grupo de jóvenes que emprendió esta tarea se reúne todos los martes a las 22 y los sábados a las 17 en la casa del CUA. Cualquier persona interesada en participar, puede acercarse allí.