El Diario Perfil publicó una nota donde invita a los turistas a visitar Azul



En un lugar de Buenos Aires…

La ciudad bonaerense de Azul tiene de todo: balnearios, sierras y bibliotecas con increíbles ediciones de Miguel de Cervantes. Además, un teatro lírico con forma de herradura. Fotos

Recorrido urbano. La Catedral Nuestra Señora del Rosario domina el paisaje con su elevada torre gótica, imponentes campanas y vitrales traídos desde Francia. Ver fotogalería ]
 

 

Por Analia Melgar (*)

A casi 300 kilómetros de Capital Federal, Azul, provincia de Buenos Aires, recibe con paisajes de sierras, balnearios, chacras y estancias. Ideal para un fin de semana largo. Ideal para familias o grupos de amigos en los que los integrantes tienen gustos diferentes: actividades de campo, deportes, descanso, recorridos históricos y culturales.

La propia ciudad tiene la amabilidad propia de los ambientes pueblerinos y, a la vez, una infraestructura urbanizada: junto a las tradicionales casitas bajas, conviven edificios modernos, que albergan a los casi 70 mil habitantes. Azul cuenta con hoteles, restaurantes, discos y pubs que energizan la vida nocturna.

Hay, además, actividad escénica, sobre todo en el elegante Teatro Español, inaugurado en 1897, con forma de herradura y propicio para la música y el canto lírico. Pero las mayores alternativas de esta ciudad se dan en la vida al aire libre y bajo la luz del sol.

Sobre el arroyo de Azul está construido el balneario municipal Almirante Brown, con arena, césped y árboles. Allí, locales y visitantes hacen verdadera vida de playa: nadar –incluso tirarse desde un pequeño trampolín–, tomar mate, hacer deportes. Para comer, hay barcitos y paradores, y las infaltables parrillas para compartir un buen asado. Cerca, el lago Güemes, creado artificialmente, tiene muy buenos y naturales pejerreyes para pescar.

A un costado del balneario, se disponen las 22 hectáreas del parque municipal Domingo Sarmiento. Senderos, fuentes y esculturas salpican las frondosas extensiones donde se camina sin mirar el reloj.

Para circuitos más agrestes y más alejados de la ciudad, la opción es Boca de las Sierras, al sur del partido de Azul, como parte del Sistema de Tandilia. Desde la ciudad, hay que encaminarse hacia Tandil y combinar las RN 3, RP 226 y RP 80.

Boca de las Sierras es la zona para hacer trekking y cabalgatas. Avanzando un poco más, se anuncia el Monasterio Trapense, que ofrece alojamiento. Los monjes de la Regla de San Benito permiten estadías de dos o tres días en su Casa de Retiros, para entrar en el silencio, en soledad o en pareja, dentro de la hermosa construcción de estilo medieval.

Al equilibrio entre diversión, naturaleza y espiritualidad, Azul tiene para agregar mucho arte, pues desde 2007 ha sido declarada por la Unesco Ciudad Cervantina de la Argentina. Factores del azar y de la historia hicieron que existieran en este rincón bonaerense importantes colecciones de ediciones de textos de Miguel de Cervantes de los siglos XVII a XX.

Muchas de ellas se pueden ver en la biblioteca popular Bartolomé Ronco, conocida como Casa Ronco. La ciudad se enorgullece de su nombramiento: muestra esculturas de El Quijote, Sancho y Dulcinea, y cada año es sede de congresos y jornadas internacionales sobre el creador del famoso caballero andante.

Al equilibrio entre diversión, naturaleza y espiritualidad, Azul tiene para agregar mucho arte, pues desde 2007 ha sido declarada por la Unesco Ciudad Cervantina de la Argentina.

Factores del azar y de la historia hicieron que existieran en este rincón bonaerense importantes colecciones de ediciones de textos de Miguel de Cervantes de los siglos XVII a XX.

La ciudad se enorgullece de su nombramiento: muestra esculturas de El Quijote, Sancho y Dulcinea, y cada año es sede de congresos y jornadas internacionales sobre el creador del famoso caballero andante.

 

Ficha

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