El Gobierno Municipal, la UNICEN y escuelas trabajarán en un proyecto para concientizar sobre los residuos



El director de Medio Ambiente del Gobierno Municipal de Azul Agustín Ducca Pantaleón presentó un importante proyecto que se llevará a cabo en nuestra ciudad. El área, dependiente de la Secretaría de Relaciones Institucionales, Modernización y Comunicación, viene trabajando desde hace meses junto a instituciones educativas en la implementación de iniciativas relacionadas con el cuidado de la naturaleza. Una de las propuestas que se viene apoyando desde el Gobierno Municipal es la que tiene como objetivo la construcción de un vivero con “ecoladrillos”. Acompañando estuvo la doctora Silvia Mistelan de la Facultad de Agronomía de Azul, quien estará trabajando en este proyecto de extensión que promueve la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires.

En principio, el director de Medio Ambiente indicó que la convocatoria “recibió una participación masiva” y agregó que “participaron la escuela San Cayetano, la Escuela 22, la escuela Inmaculada Concepción y otras instituciones que se fueron sumando”. Señaló que “la idea era construir un vivero dentro del predio de la Escuela 22”.

“Cuando lanzamos el proyecto -recordó-, en una primera instancia era rudimentario, pretendíamos ver la repercusión para viabilizar la idea de poder mostrar a la comunidad qué se puede hacer con materiales reciclados y ecológicos. Afortunadamente la sociedad se fue sumando, aportó una gran cantidad de ecoladrillos que nos permitió llegar al volumen esperado y a medida que el proyecto fue avanzando fuimos recibiendo el apoyo de instituciones, hasta que se sumó la Facultad de Agronomía de la Universidad Nacional del Centro”.

El funcionario afirmó que la iniciativa “ya recibió la financiación por parte de la Secretaría de Extensión de la Universidad, que nos permitirá materializar el proyecto de la forma que esperábamos”.

“Es importante destacar la interinstitucionalidad que logramos: distintos actores en distintos niveles pudieron interactuar para la realización de un proyecto común que se está materializando, eso es lo importante; queremos dejar la idea de un Estado presente que es capaz de convocar distintos actores, canalizando los intereses de cada uno hacia una necesidad concreta”, sostuvo.

El encargado del área municipal remarcó que “esta experiencia exitosa de trabajar con la Universidad y con escuelas nos permite concretar un proyecto que se generó desde las instituciones educativas, con necesidades de esas mismas instituciones, y hoy podemos materializar. La idea es seguir apostando a esta línea de trabajo: un Estado presente que articula con otros actores y que permite generar alternativas que surgen de la comunidad”.

Por su parte, la Silvia Mistelan destacó que “todo el escenario va a transcurrir básicamente en la escuela Nº 22 y se va a comenzar a separar los residuos que genera el comedor y otro tipo de residuos, y una vez que tengamos una idea de la cantidad y del tipo de material que está de alguna manera no utilizado, vamos a intentar compostar. Esto significa degradar y de alguna manera preparar una especie de alimento para las plantas que van a estar en el invernadero que construiremos con ecoladrillos. Es una idea 'circular': por un lado generamos un residuo y por otro lado lo terminamos volcando y recuperando en los alimentos que se generan en la huerta localizada dentro del invernadero”.

La especialista aseguró que “la Secretaría de Extensión acaba de enviar el cheque, ya tenemos el dinero disponible. Con Agustín trabajaremos la parte del presupuesto, a su vez él va a concretar junto con un arquitecto el proyecto y articular con las escuelas Inmaculada y San Cayetano. La idea es armar el invernáculo y verlo concretado”. En este sentido, aseveró que “la universidad está aportando 8 mil pesos y puede que tengamos un desfasaje, pero contamos con la buena voluntad del municipio para poder cubrir cualquier déficit económico que podamos tener”.

“El proyecto se articula además con profesores del área de didáctica del profesorado de Biología. Tiene tres fases dentro de la escuela: hay una primera etapa donde se plantea el problema de los residuos, luego la importancia del reciclaje y luego se los introduce en la técnica del compost; y posteriormente se aborda la fase de producción de la huerta, donde podrán percibir cómo el ecoladrillo entra en sus vidas”, subrayó.

En relación al cambio de paradigma en relación al aporte de la Universidad para con la sociedad, Mistelan consideró “para nosotros cambiaron algunas valoraciones institucionales de las actividades que estamos desarrollando habitualmente. Por muchos años la Universidad era la academia, un lugar aislado; hoy por hoy se nos pide una apertura institucional. Quizás estos pequeños proyectos son germen y puente para futuras acciones donde todos nos conectemos. El desafío en los proyectos de extensión es que no nacen y terminan en la Universidad: empiezan en la Universidad pero se conectan a través de diferentes actores de la comunidad. En ese sentido el Municipio fue un puente valiosísimo, porque vine con una idea muy rudimentaria y cruda, y Agustín le dio una perspectiva que no me esperaba. La idea se perfeccionó y muy rápidamente se convocaron voluntades para poder completar la parte institucional de competencia”.

El proyecto de los ecoladrillos fue elegido por la UNICEN, institución que brinda no sólo el aporte técnico sino el dinero, para llevarlo a cabo. “Los evaluadores consideraron óptima la articulación de la Universidad con el Municipio, y de la comuna hacia la escuela; y todos en el mismo plano, uno en los papeles puede figurar con diferentes responsabilidades pero todos estamos con las mismas ganas de que esto definitivamente funcione”, consideró, y adelantó que “la idea que manejamos es empezar con esta prueba piloto y replicarlo en la mayor cantidad de escuelas posibles de la comunidad; que el proyecto no termine aquí”.