El teatro platense apela a nuestra historia a través de una ficción que sirve para releer el pasado y el presente
Sin duda, dentro de la interesante programación de Otoño Azul IX Edición hay una obra casi obligatoria para jóvenes y adultos. Es la propuesta por el Grupo de la Biblioteca Teatral Alberto Mediza de La Plata: "La Encarnación" de Febe Chaves.
La pieza planta en el escenario un vibrante encuentro (o desencuentro?) entre dos figuras históricas, Encarnación Ezcurra y Manuela Rosas, madre e hija, pasado y presente, realidad y novela.
Aquí aparece el teatro como herramienta más que apropiada para poner de pie los seres, los personajes o tal vez los fantasmas que por releídos en los libros de historia se nos alejan de su carnadura y propios conflictos.
La obra tiene actuación de Graciela Sautel (Encarnación) y Bettina Giorno (Manuela) y dirección de Norberto Barruti, experimentado hombre de las tablas que ha visitado Otoño Azul en varias oportunidades y que sigue haciendo sus aportes con generosidad y talento.
La dramaturga Febe Chaves dice acerca de su pieza:
"Una madre, una hija, y la voz callada que se vuelve dicha. Una Manuela ficcionada que grita lo que la historia supo silenciar. Manuela Rosas se encarna en el pasado desde su perspectiva actual para acercarse a su madre moribunda: Encarnación Ezcurra, y entre ellas la fuerte figura de Don Juan Manuel de Rosas, esposo y padre, quien las define, desplegándose, aun desde su ausencia. ¿Cómo se verifican desde hoy los hechos que ocurrieron en el pasado? ¿Dónde habita el recuerdo? El reclamo de una hija a una madre. Las desamadas. El encuentro final: la primera dama y quien sería su sucesora. Una en el presente, la otra en el pasado, cruzadas en un momento inexistente dándole cuerpo a las voces que estuvieron ausentes."
Los pueblos que tienen capacidad de hacer una relectura de su propia historia quizá tengan la oportunidad de poder escribir su futuro.