Omar "Chirola" Gasparini


Omar "Chirola" Gasparini - Foto: Toqui Carlomagno


Ceramista, luthier de charangos y zamponias, restaurador de muebles y objetos, realizador cinematográfico, escultor e ilustrador, Omar Gasparini nació en Azul, provincia de Buenos Aires, y cursó estudios en la Escuela Nacional de Bellas Artes ''Rogelio Ururtia", de esa localidad, especializándose en dibujo y pintura en la Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón.

Ha recibido entre otros los siguientes premios: 1967 2º Premio Pintura ISA Concurso de Arte, 1968 Mención Pintura 2º Salón de Arte "Aniversario de Azul", 1983 2º Premio de Dibujo en el 1º Salón de Pintura de los Grupos de Trabajo Justicialistas.

Participó en varias escenografías de obras de teatro y largometrajes: "La máquina del tiempo", "Para que el sol no se apague", "La sonrisa de Jersey", realizó la escenografía del stand didáctico "Los ciegos y las dificultades en las calles". Otras obras de teatro que lo tuvieron como escenógrafo fueron: "Rebelión en la granja" dirigida por Víctor Laplace, "Bosque chocolate" de Reina Reech, "Venimos de muy lejos", "Fausto" y "Rosita" del Grupo de Teatro Catalina Sur.

En varias oportunidades, Gasparini, expuso en el exterior, entre las muestras más importantes merecen destacarse las realizadas en Guatemala (Antigua) y en Estados Unidos (Miami y New York).

Durante los años 1999 y 2000 realizó dos murales en La Boca y decoró los frentes de algunos locales comerciales, que ya están integrados a los circuitos turísticos de este barrio porteño. Osvaldo Soriano escribió sobre su obra: "En las paredes de chapa, como al descuido, quilombo y protesta. Un mundo napolitano y genovés que, de pronto, se vuelve guaraní y uruguayo. Barrio de paso hacia arriba o hacia abajo, hacia las catacumbas de todos los ajustes de finanzas y de cinturón. Curiosas figuras, con vestido gentil y caras de circunstancia o de melancolía. Personajes ilusorios pero con un resto de vida. El necesario para la vieja tradición de un barrio de artistas populares. No en vano entre los personajes de Seilicovich y Gasparini está también el cordial Gardel que caminaba a las noches por ese puente que ahora es apenas un símbolo para mostrar por la tele. Esta exposición es un homenaje al arte callejero".
 

Fuente:

Revista Soles - Nº 75
Abril de 2001