Otoño Azul 2010: Buenos Aires denuncia el cruel engranaje social contemporáneo en "Caballo en Incendio"
El teatro capitalino estará representado este año por la obra de Alfredo Rosenbaum “Caballo en un incendio” que cuenta con interpretación del mismo Rosenbaum, Gustavo Pardi, Guillermo Tassara y Silvia Fernández con dirección de Ita Scaramuzza.
Aquí, como en la reconocida pieza de Samuel Beckett, “Esperando a Godot”, los personajes esperan mientras van anudando un juego entre absurdo y trágico. La espera, siempre interesante tema para la construcción de conflictos y climas teatrales, pone a prueba la paciencia, devela la ansiedad, expectativas, miedos, frustraciones que dejan inerme al ser humano. Cuanto más si se está en una sala esperando ser llamado para una entrevista laboral. El protagonista, en sintonía con el caballo que protagoniza la novela que el hombre lee tratando de sobrellevar el tiempo que debe aguardar, avanzará con el suceder de la pieza hacia un destino de animalización sin retorno. El hombre que en la plenitud de sus posibilidades laborales no consigue empleo es como un caballo condenado a morir en su juventud atrapado por las llamas.
La puesta en escena ascética y precisa, se concentra en el accionar de los personajes en torno a un pequeño banco donde se apretujan injustificadamente en medio del vacío transformando el espacio escénico en un remedo de náufragos que arriban a una isla para salvarse y a la vez continuar absolutamente perdidos.
Dice la Directora: La pieza es una metáfora de una sociedad competitiva, una sociedad que deja fuera de juego a los que son incapaces de dañar a otros con el fin de ocupar los primeros lugares. Una máquina social que asfixia cualquier intento de solidaridad en la diferencia. Tres hombres esperan ser llamados. Uno de ellos, el Lector, está inmerso en un estado de vigilia que le impide distinguir lo que sucede de lo que lee y de lo que imagina. Los otros dos, Gemelos, con mayor experiencia en estas situaciones, indiferenciados entre sí, se aplican a desmenuzar al Lector, generando un humor cada vez más oscuro. La voz de una Asistente reclama la atención de los hombres una y otra vez. ¿Cómo poner fuera de juego a un caballo de carrera lleno de premios? La obra responde creando un ambiente enrarecido donde el relato de la novela que cuenta el Lector se confunde con sus propias percepciones. Esa operación compleja que realiza toda persona para salir de una pesadilla fue el eje que guió la puesta en escena, conduciendo el trabajo actoral hacia una comedia negra que pone a prueba cada imagen en distintos encuadres, haciendo foco en cada detalle, insistiendo en cada acción hasta que no se resista”.
La obra se estrenó en el 2006 en la sala La Tertulia de Capital Federal con muy buena repercusión de público y crítica. A partir de ahí se organizaron pequeñas giras y participaciones en festivales como el III Encuentro de Teatro Pilar donde obtuvo el Premio por Mejor Dirección y otras distinciones; el FITCA 2007 (Festival Internacional de Teatro en Ciudad del Carmen de México), el Festival Iberoamericano de Teatro de Ovalle, Chile, en 2008 y el IV Encuentro de Teatro De Barranquilla, Colombia.