Puente Amarillo en el Parque Municipal
El Puente Amarillo que se encuentra emplazado en el Parque Municipal Domingo Faustino Sarmiento es de similares características al que existiera antiguamente.
El Puente tiene 56 metros de largo con las rampas de entrada y fue construido en el año 2011.
Sobre los orígenes del Puente Amarillo
escribe Eduardo Agüero Mielhuerry
Nuestro Parque Municipal, nacido el 10 de octubre de 1918, cuenta con bellos lugares que invitan al descanso y al goce de la naturaleza en todo su esplendor. Joyas de la escultura, fuentes de agua, añosos árboles, senderos infinitos y miles de rincones donde amar o llorar, son sólo un pedacito del mundo que en esa veintena de hectáreas se puede descubrir.
Teniendo en cuenta que toda la extensión del Parque fue lograda a partir de las diversas donaciones efectuadas por vecinos de Azul, resulta complejo puntualizar con precisión quién donó éste o aquél terreno sin recurrir estrictamente a los planos catastrales, pero podemos aproximarnos. Sin embargo, si podemos afirmar que con un excelente criterio, el señor Ángel Sala, se ocupó hasta del más mínimo detalle para alcanzar la amalgama perfecta de los espacios.
En 1918, la señora Germana Picot de Louge donó un amplio terreno de su propiedad el cual contaba con un frondoso bosquecillo, hoy vulgarmente conocido como "el sector de las compuertas". Con esta extensión de terreno, el Parque logró tener una salida por la avenida Cacique Catriel, brindándoles a los visitantes la hermosa sensación de continuidad del espacio con tan pintoresco paseo ribereño. Cabe aclarar, entretanto, que el portón de madera fue donado por Félix Etchepare en la misma época.
En los terrenos generosamente donados, sendas compuertas elevaron el cauce del arroyo formando lo que se denominó “El lago”. En ese lugar había un embarcadero desde donde comenzaba su marcha el famoso y recordado “Vaporcito”.
Casi una década después, el “Diario del Pueblo” (19 de agosto de 1927) daba cuenta de una donación extraordinaria. El señor Celedonio Pereda, propietario del la afamada “Casa Pereda”, realizó la donación de un puente para unir las márgenes del Calvú Leovú y agilizar el tránsito peatonal hacía el sector denominado “Stadium”, es decir, donde estuvieron la cancha de futbol, pista de atletismo y de ciclismo.
El 20 de agosto de 1927 comenzó la construcción del puente, encomendada a los Constructores Mezzera y Conte. Al mismo tiempo, en los nuevos espacios se agregaron bancos en medio del zigzagueante juego de los canales que por allí conforman dos pequeños islotes. Para 1928, en un acta de la Comisión del Parque, el puente ya aparece como construido, pero no se pudo hallar en los periódicos de la época noticias sobre su inauguración.
Aquel puente, que la tradición quiso llamarlo “Puente Amarillo” tuvo una relativa corta existencia. Para mediados de la década del ’70 su estado de conservación era muy malo y pocos se aventuraban a cruzar por él. Después del asalto audaz a la Guarnición Militar de Azul (19 de enero de 1974), los militares comenzaron a controlar y limitar el acceso a esos sectores, alegando cuestiones de seguridad.
Finalmente, en abril de 1980, la terrible inundación que asoló a nuestra ciudad se llevó los malogrados restos del “Puente Amarillo”. Solo sobrevivieron un par de pilares, llegando a nuestros tiempos sólo uno.
Hoy, más de 30 años después, el “Puente Amarillo”, totalmente nuevo, vuelve a imponerse con su presencia y simpleza, reviviendo recuerdos que se completarán en breve con la reinstalación de las compuertas. Y hasta quizá volvamos a tener “Vaporcito”…”.