Malón de Piedra
El sábado 13 de diciembre de 2013, en el marco del 181º Aniversario de Azul, se inauguró en el Lago Güemes -a la altura de las calles Perú y Paraguay- el complejo escultórico "Malón de Piedra" del reconocido escultor Omar Estela, quien también estuvo presente en la actividad organizada por el Gobierno Municipal.
La obra llega de la mano del gran dibujante argentino Miguel Repiso (Rep), quién presentó a Omar Estela a las autoridades municipales. Estela es uno de los escultores más importantes de nuestro país, no sólo a nivel nacional sino mundial.
El malón de piedra, ubicado a orillas del lago Güemes se convierte en la primera escultura en piedra realizada con materiales autóctonos extraídos de las canteras cercanas.
Omar Estela llegó, en una recorrida por Azul, al lago y se enamoró del lugar. Es por eso que decidió emplazar allí su obra, aunque meticulosamente estudió el lugar, tomó fotografías, observó la caida del sol y el espacio natural.
El trabajo tiene un vínculo con el lugar, una relación con el entorno y comunicación con los árboles. Son ocho bloques que se cortaron en forma de escuadra y que hoy forman parte de un paseo artístico que reúne de alguna forma a todos los barrios de la zona.
Si hablamos de la concepción del monumento, hay una concepción maravillosa de tomar los elementos de la naturaleza en comunión y esto se plasma así, porque cuando uno se va acercando no ve nada y de pronto cuando vuelve la mirada aparecen esos bloques, nada agrede, nada sobresale, y ahí está esto de cómo todos los elementos de la naturaleza se armonizan y ahí están los elementos de Azul, están los árboles de Azul, está el agua de Azul, el cielo y faltaba la piedra, por eso es que sumó el artista los elementos que faltaban. A la obra la llamó Malón de Piedra.
Esta intervención se suma a la obra de Carlos Reggazoni "El quijote", al Mural de Chirola Gasparini o el de Rep.
Es una obra que quedará para el futuro, donde Azul va a ser foco mundial de una escultura que nos remite al hombre primitivo, pero también nos remite a lo más moderno que hay hoy, al arte minimalista.
Esta obra que está del lado del Callvu Leovu, del lado donde estaban los aborígenes; hoy todos estos aspectos se van entrelazando en un entramado que une el barrio San Francisco, el barrio Dorrego, el Güemes, el de la Facultad y donde se van extendiendo estas improntas culturales.
En oportunidad de inaugurarse este emplazamiento, el intendente municipal José Inza declaró "el enriquecimiento del patrimonio cultural, a través de esta nueva obra que estamos sumando a nuestra ciudad, hace afianzar el sentimiento y el pensamiento de que Azul es una ciudad en la cual la cultura se expresa desde todos sus aspectos y en todos sus sentidos. Cómo se estimulan los sentidos en todo lugar, desde distintos aspectos, a través de las esculturas, obras y el patrimonio arquitectónico que tiene nuestra ciudad, es realmente admirable”.
Por su parte, Omar Estela se mostró muy conmovido y manifestó "yo vengo de la formación de que las cosas se dan, de que no es un regalo, siento que me han dado una hermosa oportunidad y di lo que tenía”.
Luego, en relación a su trabajo comentó: “el arte contemporáneo está muy descalificado, cuesta remontarlo, las artes visuales son de los sectores sociales altos en general, no es como la música, y sé que el concepto básico que se tiene de la escultura es que es un objeto. Acá vemos algo contemporáneo, estamos trabajando con el paisaje, estamos construyendo con el paisaje un pensamiento, la idea es que el pensamiento está construido de imágenes -de ahí proviene la imaginación- y sabemos que nutrirlo de nuevas imágenes es nutrir un nuevo pensamiento”.
“Que Azul tenga un lugar donde habita la cultura es muy importante. Estas esculturas que están clavadas en su memoria habitan los pensamientos de todos, éste es un espacio sagrado y así la escultura demuestra que lo sagrado sigue teniendo prevalencia”, concluyó.
La ciudad de Azul, ciudad de raíces pampas y ciudad cervantina cuenta con un nuevo espacio para el disfrute de azuleños y turistas.
