¿Cuál es la impresión de un recién llegado a Tandil?
Zona de promesas
No podría negar que, desde hace mucho tiempo, quienes hemos crecido en pequeñas localidades, migrábamos a la ciudad en busca de oportunidades que nos permitieran crecer en nuestra profesión, en nuestros proyectos.
Las grandes ciudades siempre fueron el escenario y la realidad para poder concretar el sueño. Hoy, el crecimiento de la región nos muestra que podemos volver a las raíces, y disfrutar de la naturaleza y la tranquilidad de la serranía bonaerense.
Desde hace mucho años, Tandil es una de las ciudades encargadas de recibir miles de estudiantes de diferentes pueblos, ciudades y países, como así también a profesionales y familias que optan por cambiar su estilo de vida y arriesgarse a una nueva oportunidad.
Cada día que pasa, la ciudad se transforma un poco más en una anfitriona multicultural, y… ¿qué mejor? Que sea un lugar constante en su transformación social cultural, educativa, turística y ambiental.
“Tandil lo tiene todo” escuchaba hace varios años atrás mientras estudiaba en La Plata. Y no me resultaba desacertado: fue mi ciudad para vacacionar con amigas, para reencontrarme con el “aire de pueblo” con el que crecí, y que quizás también buscaba en esos años de estudiante. Más tarde, la experiencia de vivir en la ciudad de Buenos Aires también me lo hizo recordar.
Entonces fue ahí cuando pensé en la posibilidad de mudarme y buscar nuevas oportunidades, pero por sobre todo, un nuevo estilo de vida. Así fue que meses después me reubiqué en la ciudad serrana y, en poco tiempo y en diferentes ámbitos, encontré gente cálida, amable y, muchas de ellas, en las mismas condiciones en las que yo estaba: una habitante más, recién llegada.
Estoy segura que ningún cambio resulta fácil, pero la clave es estar abierto a las opciones que Tandil te brinda, que son muchas y para todos los gustos.
Para quien llega -como todo nuevo lugar- es imprescindible tomarse un tiempo para conocerlo, para caminarlo, para recorrer sus barrios, los paseos al aire libre, explorar los bares, restaurantes, teatros, museos, festivales, ferias y las alternativas que cada uno elija. ¿Y por qué no? Mirar durante un largo rato con ojos de turista, de explorador, la nueva ciudad que acaba de adoptar. Así, quizás, podemos descubrir mucho más de lo que a simple vista conocemos.
Jasmin Cordoba
Licenciada en Comunicación Social. Graduada en la Universidad Nacional de La Plata.
De Cacharí, Buenos Aires. Trabajó en el área de Prensa y Relaciones Institucionales de las señales educativas Encuentro y Pakapaka, bajo la órbita de Educ.ar S.E.
Realizó estudios en el campo de las ciencias ambientales y en terapias naturales.